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Cómo afrontar una condición crónica de asma

Hacer frente al asma, una enfermedad crónica puede ser difícil. A diferencia de un dolor de cabeza, la gripe o un hueso roto, una enfermedad crónica nunca desaparece. Una enfermedad crónica como el asma puede causar dolor, fatiga, estrés e interrupciones en la vida diaria. Puede cambiar una autoimagen positiva a una negativa y llevar a la retirada de la familia, amigos y actividades.

Una enfermedad crónica también puede afectar la capacidad de uno para hacer frente en la escuela o en el trabajo. En casos extremos, las limitaciones físicas, como la falta de aire que acompaña con frecuencia al asma, pueden hacer que sea necesario cambiar el trabajo, la escuela o las actividades recreativas. Un cambio en las condiciones de trabajo, así como los gastos de tener una enfermedad crónica, desde la costosa cobertura de seguro hasta los gastos médicos de desembolso, también pueden ocasionar dificultades financieras.

Sin embargo, a pesar de los desafíos de enfrentar el asma crónica, muchas personas pueden controlar sus síntomas de asma, prevenir complicaciones y disfrutar de sus rutinas y actividades diarias.

Controlar su condición de asma crónica

Nadie debe negar que tiene asma. Ignorar la condición puede significar vivir con síntomas no controlados, ataques frecuentes de asma y complicaciones. El control del asma puede reducir la necesidad de ciertos medicamentos para el asma. Se pueden seguir los siguientes pasos para ayudarlo a sobrellevar mejor el hecho de vivir con asma:

  1. Trabaja con un médico para lograr el mejor control de la enfermedad.  Desde los medicamentos hasta el estilo de vida y los cambios ambientales, su médico trabajará con usted para controlar y tratar su afección. Siga el plan de autocontrol del asma proporcionado por el médico.
  2. Use los medicamentos para el asma correctamente.  Esto incluye tomar su medicamento a tiempo y usar los inhaladores correctamente. Solicite instrucciones, una demostración y comentarios sobre su técnica antes de llevar su inhalador a casa. En un estudio de 2014 publicado por Nature Partner Journal of Primary Care Respiratory Medicine, los investigadores encontraron que más del 80% de los adultos demostraron una técnica deficiente al usar un inhalador.
  3. Tenga en cuenta los síntomas de un ataque de asma. Los síntomas pueden incluir tos, sibilancias, opresión en el pecho y dificultad para respirar. Sepa cuándo buscar ese medicamento de alivio rápido recetado por su médico.
  4. Use un  medidor de flujo máximo  para controlar su asma. La rapidez y la cantidad de aire que puede expulsar de sus pulmones es una señal de lo bien que controla su asma. Un medidor de flujo máximo le permite medir la cantidad de aire que puede expulsar.
  1. Controlar los alérgenos en el hogar.  Ciertos desencadenantes ambientales, como el humo del tabaco y las mascotas peludas, pueden agravar el asma. Siga los consejos de un médico para crear un hogar favorable al asma.
  2. Haz ejercicio regularmente.  Si los ataques de asma limitan la actividad física, pídale a un médico sugerencias sobre cómo incorporar el ejercicio adecuado en las rutinas diarias. La investigación ha demostrado que las personas con enfermedades pulmonares se benefician tanto física como emocionalmente de la actividad física.

¿Qué otras estrategias deberían usar las personas para hacer frente?

Estos son algunos consejos adicionales para sobrellevar el asma que pueden ayudarlo a vivir la vida al máximo.

  • Sé realista, pero sé creativo.  Vivir con una enfermedad crónica no significa que las esperanzas y los sueños tengan que cambiar, pero la forma en que se logren probablemente será diferente. Ponga energías creativas en encontrar una manera de alcanzar sus metas.
  • Aprende a lidiar con el estrés de tener una enfermedad crónica.  Vivir con asma crónica puede llevar a sentimientos de incertidumbre, frustración, ira y depresión. Estos sentimientos también pueden afectar a familiares y amigos. Algunas de las señales de estrés incluyen diferentes patrones de sueño, como dormir más o menos de lo normal, además de fatiga, dolores corporales, dolor, ansiedad, irritabilidad, tensión y dolor de cabeza. Busque ayuda uniéndose a un grupo de apoyo para compartir experiencias con otras personas que también viven con esta enfermedad crónica. El asesoramiento individual también puede ayudar. Los medicamentos antidepresivos son otra opción para aquellos que están deprimidos.
  • Adopta una actitud de resolución de problemas y controla los pensamientos negativos.  No te detengas en el pasado antes del diagnóstico de asma. Vea la condición como un desafío a cumplir, no como un problema que no se puede resolver.
  • Conviértete en un experto en la enfermedad.  Cuanto más sepa usted y sus seres queridos sobre el asma, más fácil será su manejo. Pídale a un médico que le brinde toda la información que pueda, incluidas fuentes confiables en Internet. Tómese tiempo para explorar este sitio también, incluida la sección para personas a las que se les ha diagnosticado recientemente un asma.
  • Educar a familiares y amigos.  Cuanto más entiendan los seres queridos sobre el asma, más apoyo podrán ofrecer. También estarán alertas a las señales de advertencia de un ataque de asma. Ofrezca libros o folletos para que lean sus seres queridos, o pídales que acudan a sus visitas al médico para que puedan hacer sus propias preguntas.
  • Aprende a gestionar las actividades diarias.  Satisfacer los desafíos de una enfermedad crónica puede ser agotador. Evite hacer demasiado o muy poco para ayudar a controlar el asma.
  • Ve más despacio.  Use la relajación y la meditación para enfocarse completamente en el presente, porque el estrés y la ansiedad se encuentran entre los mayores desencadenantes que pueden causar un ataque de asma. Las técnicas de relajación también pueden ayudar a prevenir los ataques de asma.

Finalmente, no ignore toda la ayuda disponible, ya sea de médicos, familiares y amigos, recursos comunitarios o grupos de apoyo. Las investigaciones han demostrado que las personas que viven con una enfermedad crónica que tienen una red de apoyo extendida se desempeñan mejor que las que se retiran y se aíslan. Buscar la ayuda de un médico y / o un grupo de apoyo o profesional de la salud mental es un paso vital para enfrentar las múltiples facetas de una enfermedad crónica y ayudará a restablecer la salud física y emocional.